Nadie hacia corajes como ella. Hay que decir que, todos los alumnos que cayeron en sus manos, aprendieron aquello de la fe como un granito de mostaza   Por Roberto Medina (@chinomorocho)   Miles de veces la vimos enojada, pero como ésa, pocas. Nuestro salón estaba separado de la dirección por unos 15 ó 20...