Asegura la autora que fue verdaderamente una experiencia distinta la que vivió una Semana Santa en Acámbaro, Guanajuato. Ahí, como en muchos pueblos de México, se viven con una intensidad inusual esos días en los que la figura de Jesucristo cobra un cariz muy especial.   Por Aída Monteón     Yo no supe donde...