¿Quién no, por acompañar a la amiga, a la novia -o lo que fuere-, tuvo que aventarse caminando a altas horas de la noche por la entonces tranquila ciudad? Quien esté libre de caminatas nocturnas, que dé el primer paso… Aquí el autor hace un recorrido, años atrás, por la muy conocida y quizá poco...